lunes, 27 de octubre de 2008

La sombra del ciprés es alargada

Tomo el título del maravilloso libro escrito de Miguel Delibes como una excusa para hacer una oda al ciprés, ese árbol que une a todos los cementerios de España por lo menos, ahora que se acercan fechas señaladas para los que hemos perdido algún ser querido. Dice así:
" Eres testigo mudo de llantos y lamentos por igual.
En tus ramas das cobijo a las almas de aquellos que te rodean.
En algunos casos las empujas y trasladas hacia otros mundos.
En otros, las haces tuyas, permitiéndoles salir cuando ellas quieran.
Aunque estés rodeado por tus semejantes, la soledad vive en ti, al igual que la pena, y el desamparo.
Cada alma que te visita hace que crezcas más y más hacia el cielo, son tu alimento.
Por eso vives tantos años.
A ti te hablo y sé que me escuchas.
Solo te pediré que me cobijes algún día y que me des tu sombra ".

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