domingo, 22 de febrero de 2009

Radiografía de la soledad

Uno de Enero.

Sobre el suelo del salón se dispersan cientos de folios desperdigados de muchos proyectos inacabados.

La nevera apenas recoge algunas frutas, una lechuga, leche de cartón y pocos yogures a punto de caducar.

En una pared, clavada con cinchetas, una fotocopia del " síndrome del solitario ".

Manuel se levanta de la cama a las once, se vuelve a acostar.

Sus cuatro hijos y cinco nietos esperaban que fuera a comer con ellos, pero no se siente con fuerzas y les miente. Se siente un estorbo, no quiere molestar.

Su exmujer no se ha recuperado desde que él le dijo cinco años antes que se quería separar. En el pueblo fue una revolución, faltó que saliera en los periódicos locales.

Se vuelve a levantar casi a las dos. No sabe qué comer, tampoco tiene ganas.

En la mesilla de noche se arremolina el prozac, pero no se atreve a tomárselo, eso le encerraría aún más en su mundo. Su enfermedad, por la que le concedieron una invalidez absoluta, es lo que requiere, medicación y más medicación.

El móvil en su mano, pero ella no llama, no la va a llamar, ni siquiera para felicitarle por su santo. Esa mujer, con la que conoció el amor como un quinceañero, la que fue capaz de entenderle y comprenderle, también a su enfermedad.

Ahora todo es diferente, demasiadas cosas les separan, y él no sabe reconocer que la convivencia es imposible, que aunque sienta amor y cariño por ella, ella no puede más.

Hace más de dos meses que no se ven y que no se hablan.

Manuel va a cumplir sesenta y cinco años y se siente solo, tremendamente solo, muy solo, demasiado solo.

La noche de los cuchillos largos

El pasado miércoles viví una experiencia nueva para mi, " la noche de los cuchillos largos ".Para el que no sea de Cádiz o aficionado al carnaval, le sonará a película.

Aquí va lo que sentí:

El teatro rebosaba de ganas de carnaval. Era la última noche de semifinales y la más esperada, no tanto por quién actuaba, que también, sobre todo porque a su fin, sabríamos quienes pasarían a la final del Falla.

Entre palmas, piropos, María la Yerbabuena, coros donde la gracia premiaba a la música ( Los que se mueren por la pipa de la paz, de la pepi, de la... ), comparsas donde el tipo y los pasodobles ( La factoría ) levantaban al público y sobre todo chirigotas. Aquí me paro y hago dos menciones especiales:

" Más p,lla que p,acá ", la chirigota del Love, del cabra y de Manolo Cornejo ( el profesor de la famosa una chirigota con clase ", que además de hacernos reir nos hizo pensar sobre el respeto que debemos a nuestros abuelos ".

El público se pone en pie, son las dos de la madrugada, pero no importa, antes de que se abra el telón, en el gallinero, en los palcos, en el patio de butacas ya se oye el famoso " chirigota, chirigota ", y no defraudaron.

A pesar de que este año el nivel estaba muy alto y competido con " los enteraos " y " Las princesas del Congelao ", " los tijeritas ", estaba claro que eran los favoritos. Una puesta en escena maravillosa, variada, con gracia y con estribillos pegadizos era más de lo que podíamos esperar. Hubo momentos en que no podían cantar y el final la apoteosis.

Y cuando todo terminó a eso de las dos y media, el público salió del teatro, y el jurado subió al escenario para proclamar quienes habían pasado a la final. Siempre habrá cajonazos, pero ese es el carnaval de Cádiz, y ahora a disfrutar en la calle.

Invito a todos a que una vez en su vida disfruten de una noche de carnaval en el Falla.

martes, 10 de febrero de 2009

" Recuerdos de mi pueblo "

Creo que ya lo he dicho alguna vez que soy de Facinas, ese pequeño pueblo blanco que se encarama desde las dehesas de la antigua Laguna de la Janda hasta la falda de la sierra de Fates. Es mi pueblo, lo será siempre, no solo porque he pasado gran parte de mi vida allí, sino porque lo quiero y lo siento mío, aunque no viva allí permanentemente. Por eso quisiera rememorar algunas de mis vivencias de los años de mi infancia y juventud, pero ojo, recalcando que " la juventud aún no la he abandonado, espero que ella no me deje allí.

Para los que no lo conozcais, os invito. Aquí os dejo alguna muestra en forma de fotografía y también de recuerdos.

“ A VECES “

Hay algunas ocasiones, las menos para mi desgracia, en las que mi mente escapa de sus obligaciones laborales a otros mundos, otros tiempos, otros momentos.

A veces algunas sensaciones perdidas en épocas pasadas, vienen a mi cabeza como si las estuviera percibiendo ahora mismo:

Ese despertar los sábados por la mañana con el olor de las tortas fritas de la masa de Maruja y José en la casa de la palmera.

Esas tapas de carne en salsa que servía Curro Alvarez en la carnicería-bar cuando me llevaba mi padre, que confieso no haber probado una carne tan buena. ( Hace pocos años me vino ese mismo olor paseando por una calle de Sevilla ).

Ese olor intenso a pieles secándose en el garaje de Antonio “ El Pellejero “.

Esa tienda de Chan, donde por primera y última vez pudimos ver en Facinas, un videoclub con las películas beta, whs y sistema 2.000, que sufrió quizás el más espectacular robo que la historia de Facinas pueda contar jamás, y que daría para el guión de una película, con envenenamiento de perro ( boby ), incluido.

A veces me vienen a la mente personajes que ya no volverán: Isabel Becerra, verdadera maestra de toda una generación de niñas que aprendieron a hacer punto y a coser gracias a sus saberes. Su hermano, Juan Becerra, artista olvidado, gran escultor de la madera que como casi todos los genios los excesos le perdieron, Luz Alvarez, esa anciana adorable que hacía de la venta de zapatos su vida, la tienda de Manolito Camacho, donde uno parecía entrar en otros siglos pasados, pero que hacía unos polos de natilla y de chocolate a un duro maravillosos, o el bar del salón, verdadero local de reunión de las gentes de Vico. Si alguien no lo sabe, en Facinas teníamos a un verdadero curandero que con sus manos, y su infinita paciencia dando masajes era capaz de curar el dolor más intenso en el estómago, el viejo Picaso. Y las hermanas Mayas, personajes de leyenda en Vico.

Otras veces me parece estar entrando en el bar de Hidalgo a las siete de la mañana de un sábado a tomar café con Rafael Serrano y el Tobalo, ese café de pucherete cuya herencia ha recibido José Luis en el bar del churrero.

Y quién se acuerda ya de Adolfo Del Castillo al que conocíamos por el apodo del El niñato, gran filósofo de la vida con quién se podía hablar en serio de cualquier tema, pero a quién el orgullo le gastó una mala pasada.

A veces creo estar cargando la furgoneta de Corbacho de pan moreno para que lo llevara a Tarifa, y el viejo Mangas pululando de un lado a otro controlándolo todo con precisión meridiana, y todo el universo de personas que por allí pasaban diariamente, desde Pepe Franco, pasando por mi padre, Juan Noria, ese viejete a quién la mascota era parte de su cuerpo ya, Antonio Yerga, Rafael, José María, Pitoño, Pepe el de Saladaviciosa, mi tío Salvador, y tantos cientos de personas que construyeron la leyenda de la panadería de Diego Rosano primero y luego de Juan Mangas. Allí sí que se podría haber escrito un libro como “ La Colmena “, y donde se desarrolló parte de la historia de Facinas desde finales del siglo XIX hasta las postrimerías del pasado siglo XX.

Quién no recuerda a Juan Mantas, artista de los artistas, y Mariano Gutiérrez,” Mariano Paletetas “padre de cinco trabajadores natos, y a Joaquín el Tostado, y a Blas, el eterno cuidador de los montes de Facinas, y a Charo Cerván, y a Emilio Criado, y Javier Del Castillo, y Juan Gil, con una personalidad imponente.

A veces quisiera estar en la terraza de La Parra comiéndome un montadito de hígado con tocino hecho por las manos expertas del Torro, o en la Bodeguita tomándome un vino dulce con mi niño Juan, y que el tiempo no hubiera pasado. Y que Jaro´s hubiera podido seguir enseñando a la juventud de aquí a amar la música, y que continuara estudiando en el colegio, con don Melchor, ese ser diferente, con Manuel García, quién nos acercó a mundos pasados, y qué decir, del eterno director, Castro, el que nos abrió los ojos al mundo que se nos abría ante nuestros pies.

Y quisiera recordar a tantos olvidados, María Macho, Bartolo el del Saco, y otros muchos a los que el tiempo ha ido borrando de nuestra memoria de forma implacable.

Por eso, aunque me duela, sé que por lo menos he vivido.

El mal


A veces pienso que me pongo demasiado transcendente, que por mi cabeza pasan pensamientos críticos al mundo que nos ha tocado vivir. Otras veces no, otras disfruto de las pequeñas cosas del día a día, un beso, una sonrisa, un buen libro, una buena comida.
Pero esta noche vuelvo a mis momentos metafísicos, me indigno cuando pienso en tantas personas que han perdido su vida en estos últimos años matando por su dios particular. No tiene sentido, decididamente no, es totalmente ilógico, irracional y además no puede, no debe suceder.
Por eso, os dejo esto que escribí hace ya unos meses, pero que sentía la necesidad de contarlo.
Me disculpo de antemano si soy demasiado pesado.


" El mal "

En un principio creó Dios el cielo y la tierra.

La tierra, empero, estaba vacía y las tinieblas cubrían la superficie del abismo.

Entonces dijo Dios, sea hecha la luz. Y la luz quedó hecha.

Durante seis días, Dios creó las aguas, los árboles y las simientes, los cuerpos luminosos y las estrellas, los animales domésticos y los salvajes. Y vio Dios que lo hecho era bueno.

Y por fin dijo Dios: Hagamos al hombre y semejanza nuestra y domine a los peces del mar, y a las aves del cielo, y a las bestias, y a toda la tierra, y a todo reptil que se mueva sobre la tierra. Crió, pues, Dios al hombre a imagen suya: a imagen de Dios le crió, criolos varón y hembra.

Y completó Dios el séptimo día la obra que había hecho: Y en el día séptimo reposó y cesó de todas las obras que había acabado.

Pero al final del séptimo día, Dios vio que no todo cuanto había creado era bueno.

Dios vio que el hombre, esa figura que había creado a su imagen y semejanza, no sería en un futuro el ser perfecto que había pensado.

El hombre mentiría, robaría, maltrataría y destruiría esa tierra que con tanto afán había creado.

Supo entonces que el hombre mataría a sus semejantes y lo haría en su nombre, en nombre de un Dios, se llamara Yavé, Dios, Alá, Anu o Niskam, moriría en nombre del ser que le había dado forma y vida.

Quiso Dios entonces corregir al hombre, pero no pudo, este se le había revelado.

Dios lloró y lloró durante cuarenta días y cuarenta noches, su llanto se transformó en agua y el agua limpió el barro de la tierra, llevándose las impurezas.

Entonces Dios pensó que el hombre estaría formado por agua en su mayor parte, y que una pequeña parte de su ser sería tierra.

En cada hombre y cada mujer, el líquido lucharía por vencer el barro, la tierra, la impureza.

Génesis (Cap.1º. 1-31 ).

lunes, 9 de febrero de 2009

Un día de suerte

Esta historia sucedió hace muchos años, pero bien hubiera podido ocurrir el día de hoy.
Un día, Juan decidió dar un paseo por la montaña cercana a su casa. Cuando llevaba algunos metros recorridos encontró algo en el suelo que le llamó la atención. Era una especie de lámpara, pero estaba totalmente llena de óxido.
La cogió y frotó con un pañuelo de tela que sacó del bolsillo del pantalón.
Al momento, un espeso humo salió de ella obligando a Juan a toser para no ahogarse.
Cuando se disipó, ante él apareció una gran figura blanca que le dejó impactado.
- ¿ Quién eres ¿, preguntó Juan.
. Soy el genio de la lámpara y por haberme liberado te concederé dos deseos, pídemelos.
Juan quedó pensativo hasta que le dijo al genio:
- Me gustaría perder el miedo, que éste desapareciera de mi.
. Tu primer deseo no lo puedo cumplir.
- ¿ porqué, no eres un genio ¿.
. Sí, pero ninguna persona puede ni debe perder el miedo. Solamente te diré una cosa, tener el miedo no es malo, lo verdaderamente malo es no saber vencerlo cuando llegue.
Juan no contestó pero aquella respuesta le dejó pensativo.
. Pídeme el segundo deseo.
- Me gustaría ser feliz.
. Juan, en mi mano no está darte la felicidad eterna, pues aunque sea un genio, la felicidad no se puede otorgar como el dinero o el resto de cuestiones materiales, pero como no me has pedido lo que los demás solicitan, sí te daré un pequeño consejo que te servirá en tu vida: “ Búscala y la hallarás; Una vez que la consigas, aunque sea un solo minuto, disfruta de ella como si fuera la última vez que la vieras “.
Tal como llegó el genio se marchó.Juan se quedó pensativo analizando lo que había vivido en esos minutos y tuvo la sensación de que el genio realmente le había concedido los dos deseos. Ahora simplemente estaba en sus manos poder cumplirlos.

domingo, 8 de febrero de 2009

Una obra inigualable

La sala de subastas SOTHEBY'S de Londres era un auténtico hervidero. La expectación era máxima. No en vano se iba a subastar la más polémica, comentada, discutida y divulgada obra de la actualidad.

Su autor , Yoshío Suminu, era un total desconocido para la totalidad de los periodistas que se arremolinaban en la repleta sala.

Desde que se expuso por primera vez en el museo Reina Sofía de Madrid la escultura, bueno más bien definida, la manifestación de arte contemporáneo titulada “ El mundo arde frente a la desigualdad “, había causado sensación. Primero un dominical realizó un artículo para el periódico de mayor tirada del país, luego los diarios digitales de todo el mundo se fueron haciendo eco de la noticia, hasta que llegó un momento en que las colas para visitar la exposición temporal se hicieron casi eternas. Incluso se ampliaron horarios y días de apertura de la pinacoteca.
Todo eso había pasado solamente dos meses antes. Y allí estaba ahora, “ El mundo arde frente a la desigualdad “, a punto de ser subastada en una de los lugares de culto mundial, allí donde se pujaban las mejores obras, desde Vang Ghog hasta Picasso, pasando por Antonio López, Cezanne o Miró.
El precio inicial se había tasado en ciento cincuenta mil euros, pero se prevía que podría quedar doblado en poco tiempo.
Tras varias obras menores, se inició la subasta de la obra de Yoshío, subiendo las cantidades por subastantes de todo el mundo hasta que desde Nueva York vía teléfono un desconocido ofreció la cantidad de cuatrocientos cincuenta mil euros.
Un murmullo se hizo en la sala cuando el encargado de la subasta, don Peter dio los tres golpes reglamentarios y pronunció las palabras mágicas: Asignado a don Richard Leicester.


Ahora el interés estaba en conocer al autor de la obra, quién normalmente no tenía porqué asistir, pero el gabinete de prensa había sacado una nota aclarando que el señor Yoshío acudiría, aunque hasta la aparición de “ El mundo…” nadie se había dado a conocer con ese nombre. Se buscaba a un señor con rasgos japoneses, pero en la sala los dos ciudadanos orientales que fueron preguntados por los periodistas dijeron que no eran ellos.
La escultura estaba situada en el centro del estrado principal de la sala. Allí se acercó un hombre con un mono de trabajo azul con intenciones de tocarla. Inmediatamente el personal de seguridad le cerró el paso, pero éste les dijo en un perfecto castellano: ¡ Yo soy Yoshío y la fiambrera es mía ¡.
En los diarios de todo el mundo se recogió la noticia cultural de la semana o quizás del año: La genial obra “ El mundo arde frente a la desigualdad “, resultó ser una comida que un albañil había dejado encima de una tarima blanca.
Su imaginación había echado el resto.

jueves, 5 de febrero de 2009

El regreso definitivo

Hace mucho tiempo que no entro aquí y os aseguro que no es por no tener nada que transmitir. Al contrario, cada día que pasaba tenía una nueva idea, un nuevo cuento, una nueva historia que contar, pero como diría un pedante, por problemas informáticos temporales, o más bien porque se me fastidió, escachumbó, jodió o simplemente se me fue el portátil, me ha sido imposible conectarme, ni siquiera en el trabajo. Así que tengo mono, mucho mono de escribir.
Ahora estreno cacharro nuevo y hacerse a él lleva unos días.
Hace dos semanas recibí la mejor noticia para mi futuro, la enfermedad, esa innombrable por muchos, prácticamente ha desaparecido de mi cuerpo. Así que afronto la vida con más ilusión y optimismo que antes si cabe.
Aquí os dejo una metáfora de los últimos meses vividos.
Hace calor, es el mes de Julio de un verano caluroso. El hombre se asoma al pozo que hay junto a su casa buscando un poco de agua que le refresque, con tan mala suerte de que trompieza y cae en él.
En un primer momento piensa que va a morir, que será demasiado profundo para que pueda sobrevivir entre el agua acumulada, pero conforme cae se da cuenta de que está vacío, de que apenas queda líquido en él. En su fondo un montón de arena acumulada amortigua su caída, hasta que toca el suelo.
Permanece aturdido uno, dos días quizás. Pero al tercero reacciona y empieza a pensar como salir de allí. Piensa que está solo, pero unas voces apenas audibles suenan en la superficie. Eso le da fuerza para sobrevivir. Con la poca agua almacenada sacia su sed aunque no hay nada que comer. Ahora las voces se hacen más cercanas y llega incluso a identificarlas. Sus amigos, su familia, su mujer, sus hijos, todos le llaman y le animan a que consiga salir de allí. Unos bomberos acuden a su encuentro y le tiran una cuerda con la que intentar la subida.
El trecho es largo, duro, laborioso, son demasiados metros de túnel, pero él no desfallece.
Se agarra a la cuerda y con los consejos sabios de los profesionales desde arriba, comienza a subir, centímetro a centímetro.
Sabe que le va la vida en ello, que tiene que aguantar, con poca fuerza, sin comida, casi sin beber, pero ya va viendo la luz de arriba. No desfallece, la mente empuja al cuerpo.
Ya puede ver las caras de quienes le esperan en el brocal del pozo. Un último esfuerzo y ya.
Todos se abrazan con él, se ha salvado.
La experiencia ha sido impactante, pero reparadora y encara cada hecho y situación de otro modo, más feliz, más optimista.
Es invierno.