lunes, 11 de julio de 2011

Tour de france

Cuando en las calurosas tardes de verano el sol nos ahoga en esta ciudad sudorosa, asfixiante e invivible como Sevilla parece como si el esfuerzo de los ciclistas en el Tour nos reconfortara, sobre todo cuando es un español como Contador o Luis León Sánchez el pasado domingo, que vaya final de etapa nos brindó el tío.


Sufrimos con su esfuerzo, gozamos cuando levantan el brazo y nos sentimos orgullosos de nuevo de que un español haya ganado la etapa y por supuesto, añoramos que nuestro pinteño de honor, Alberto Contador, ese luchador incansable, el hombre al que le afectan los silbidos de los seguidores franceses, el que sufre por las caídas, el que se supo sobreponer al caso de dopaje ( lanzo una flecha ahora por Alejandro Valverde del que nadie habla y que calla en la sombra penando otro castigo injusto ), y el que dispara cuando gana.


Es maravilloso poner la radio y oír a Javier Ares en Onda Cero con el pundonor con el que narra las carreras, con el ardor que pone en sus comentarios, cómo ama al ciclismo y lo transmite en cada palabra, en cada letra.


Las tardes de Julio no serían nada sin el Tour de Francia.

1 comentario:

un crochet andalou dijo...

Las casualidades de la vida...Podía haberme alejado de ese ritual de Julio al vivir tan lejos de las tierras galas...pero no, mi Manué disfruta con el Tour ...Si bien no estoy al tanto de quienes son las figuras de la "petite reine" como la llaman cariñosamente los franceses, sigo el Tour...ya casi más por nostalgia gala, por ver esos hermosos paisajes...