jueves, 28 de julio de 2011

Blackberry

Hacía tiempo que esquivaba el momento, pero siempre volvía a su cabeza.

Por fin, un día se decidió, más por quedarse tranquilo, le estaba martirizando, debía hacerlo.

Cogió el móvil y comenzó a buscar los contactos.

La encontró pronto, mil veces había pensado en ella y otras mil su mente la rechazó.

María, María, María... siempre María.

Debía borrarla de sus contactos, porque ella había desaparecido de su vida hacía tiempo.

Se había ido no sólo de él, se había marchado de todos...

Buscó el botón de eliminar, sudó, el miedo le podía, pero era necesario.

Pulsó y María desapareció del teléfono para siempre.

Analizó sus pensamientos, cómo se encontraba.

Sintió paz.

Por un momento.

El alma de Pedro estalló en mil pedazos.

1 comentario:

Reyes dijo...

simplemente María....