miércoles, 4 de marzo de 2009

Carteles naranjas

Ayer salió en todos los medios el resultado del paro: Casi tres millones y medio de trabajadores, muchos, demasiados.

Mientras tanto, los bancos nos cierran los grifos del dinero, la construcción se va al garete, mucha gente comienza a pasarlo mal, y lo peor queda por venir para todo el que se le acaba el desempleo.

Y nuestros políticos a lo suyo, entre corrupciones, cacerías ilegales, despilfarro, prevaricaciones, coches multimillonarios, sillas con su peso en oro y la negación de la realidad. Decididamente no nos merecemos esto.

Hoy pasé con un autobús urbano por una de las avenidas del centro histórico de Sevilla. Donde antes había bares, tiendas, comercios, hoy hay cartones, colchones en sus puertas, papeles de periódicos tapando cristales sin recuerdos y sobre todo, mucho cartel naranja, muchos números de móviles ennmarcados y vida, poca vida.

¿ Hasta donde va a llegar esto ?

No lo sé, pero hay que ser optimista.

El mundo está cambiando y nosotros estamos en el centro de ese cambio, no podemos, no debemos bajarnos de este tren que ahora está casi parado, pero que en cualquier momento va a arrancar, poco a poco, despacito, pero que no se va a oxidar.

Preparémonos.

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