Dios mío, acabo de ver el cuarto gol de Messi, y qué gol, Dios.
Qué suerte haber nacido en la época para poder vivir a este monstruo del fútbol.
Por él marece la pena el juego de la pelotita, ver el espectáculo que este equipo desarrolla.
Ah, y no se pierdan el regate de Thiago, el caño incluído.
Disfrutemos de un personaje así., todos.
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