jueves, 23 de abril de 2009

Ando investigando el pasado, la vida de mi padre, sus raíces.
En el año 1950 estuvo haciendo la mili en un destacamento en Alcalá de Guadaira, Alcalá de los panaderos, y por la información que me cuentan sus hermanos, fue una época bonita para él, de libertad de las ataduras del trabajo en la panadería. Incluso se dedicó a escribir cartas a las familias de los soldados que no sabían leer, ya que era de los pocos que habían aprendido.
Sé que hubo un molino que era donde mi padre trabajaba.
Por eso me he citado con un gran amigo de allí, Israel, un personaje especial, diferente, que me averiguó que el regimiento donde sirvió era Soria 9. De aquello no queda prácticamente nada, solamente ruinas, pero la semana que viene iremos a echar un vistazo e intentaremos hacernos una idea de lo que fue.
Queda otra historia, esta un poco más lejana, la de sus antepasados, apellido Santander, que averigué que vinieron de
Jubrique, pequeño pueblo de la serranía de Ronda, hace doscientos años.
Ya tengo programada una visita en el mes de Mayo a conocerlo e intentar averiguar algo más.
Prometo comentar las sensaciones.

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