miércoles, 17 de diciembre de 2008

los libros de nuestra infancia

Estoy pasando una buena racha en cuanto a que me surgen diariamente ideas, cuentos y reflexiones. Lástima que no pueda plasmarlas aquí como quisiera, pero el sueño, los niños, la casa, el trabajo y el cansancio a estas horas no me dejan mucho tiempo.
Hoy sí he acabado un poco antes las tareas, así que paso a contaros algo que me sucedió ayer. Estaba escuchando Radio Nacional, el programa de Toni Garrido, un tío con una voz apasionante, cuando en una de las secciones hablaron de los libros de nuestra infancia, aquellos que recordamos en nuestros primeros años de lecturas voluntarias, no las que nos mandaban obligatoriamente en el colegio.
Casualmente, coincidí en casi todos los que dijeron.
El primero que recuerdo era " La Isla del Tesoro ", de Robert L. Stevenson. Creo que lo saqué de la biblioteca del colegio de Facinas. He pensado pedírselo este año a los Reyes Magos.
El segundo, " El principito ", de Sant-Exupéry, que creo no haber leído. Sí me acuerdo que mis primos de Conil lo habían leído. De todas maneras, no me hace demasiada ilusión descubrirlo ahora.
El tercero, " Moby Dick ", de Melville, uno de los primeros libros que me regalaron. No sé si llegué a terminarlo, pero tengo buenos recuerdos de él.
El cuarto, " 20.000 leguas de viaje submarino ", de Julio Verne. Creo que es uno de los grandes libros que cualquier persona, sea joven, adulto o anciano deberían en algún momento de su vida leer. Yo agregaría cualquiera de los que el mago Verne sacó de su prodigiosa imaginación.
En la radio dijeron las aventuras de " los cinco ", y yo coincido como fundamental.
Por último, un gran libro, tanto por el tamaño como por el mundo allí definido, salido de la pluma de Tolkien, " El señor de los anillos ", mi primer pedido en Círculo de Lectores. No he conseguido terminarlo nunca y además lo regalé. Algún día volverá a mi.
Yo agregaría otro que sí me marcó cuando pequeño, " La historia interminable ", de Michael Ende.
Ahí están los míos, espero los vuestros.

3 comentarios:

Antonio Aguilera N dijo...

Cada libro es un mundo, y a cada lectura se revela cambiante. Es gratificante releer títulos apasionantes y descubrir nuevas facetas de nosotros mismos.
Por nada del mundo te pierdas El Principito, rebosante de actualidad y repleto de enseñanzas.
Coincidir contigo en Moby Dick una historia de lucha impenitente por lograr el objetivo marcado, recomendado a aquellos que buscan su por qué en la vida.
En relación a Tolkien, me dan mucha lástima los que han descubierto su mundo en las pelis, se pierden la mayoría. Añadir inexcusablemente El Silmarilion.
Además, añadir historias cotidianas que me enseñaron lo que era el mundo un poco más allá de un tiempo en el que mi vida transcurría en apenas unas cuantas calles: Platero y Yo, El Camino,Alfanuí, El Mundo de Sofía.
Y compartir con vosotros mi historia soñada muchas veces en mi niñez: Los Hijos del Capitán Grant.
Un abrazo,

Reyes dijo...

De sobra sabes que mi amor por la lectura y el dibujo se lo debo a Mortadelo y Filemón, pero como a ellos no se le puede clasificar en la categoría de "libros" ya que son cómics, voy a por los míos, pero en realidad me he pasado le infancia leyendo las peripecias de los agentes de la TIA.
Platero y yo, la tesis de Nancy, Mujercitas, que no me gustó nada, y una selección de cuentos de Andersen que aún conservo muy estropeados, ya que han sido leidos por muchos ojos.
El Principito lo he leido de mayor, alguien quiso que lo leyese y tuvo el detallazo de regalarmelo. Para él era muy especial y así fue. Es un libro del que hay que sacar conclusiones personales.

Un beso, artista.

Don Quijote, la última aventura dijo...

Dama, coincido contigo en los tebeos de Mortadelo y Filemón. Llevo dos semanas sacando sus aventuras de la biblioteca de Montequinto. El último es apasionante, " operación triunfo ", imagínatelo. Además, cada día que pasa, Escobar gana en ironía. Te lo recomiendo.

" La Tesis de Nancy " recuerdo haberla leído obligado por el colegio, pero me gustó.