martes, 7 de febrero de 2012

Piedras en el camino

La vida te va marcando un camino sinuoso donde a veces aparecen piedras gigantes que no dejan seguir ni bordeándolas.

Yo he pasado alguna de ellas, con tesón, esfuerzo y convencimiento propio.

Hace dos meses otra piedra se cruzó ante mí, pero esta no era como la anterior, más traicionera sí, porque venía de los hombres y eso que llamamos las injusticias. Muchos sinsabores después, muchos miedos flotando en mi aire, demasiados a veces, pero por fin la luz.

Cada piedra que superamos nos hace más fuerte, sobre todo internamente y no es que con esto comience a desconfiar del mundo, porque pienso que este está lleno de personas buenas, pero también hay malnacidos que merecerían pudrirse en vida, personas que ni cruzárnolas por la calle deberían. Si ustedes tienen la mala suerte de cruzarse con alguno de ellos, por favor, esquívenlo, no entren ni un segundo en su mundo, porque caerán en sus redes y estarán perdidos.

Comienzo un camino nuevo en el que dejo el rastro de mis miedos, he soltado lastre y como Contador hoy en sus declaraciones, los palos le hacen ser más fuerte yo me aplico el cuento y encaro el futuro con más optimismo si cabe. El acicate ha sido bueno porque de nuevo ha surgido en mí el espíritu de lucha que necesitaba, el querer ser feliz conmigo mismo y al mismo tiempo hacer feliz a los que me rodean, el poder disfrutar una puesta de sol como la de esta tarde, el emocionarme ante una sonrisa de mi hijo pequeñín.

Y el sábado, Valencia.

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