miércoles, 7 de diciembre de 2011

Atardecer

Cae la tarde sobre la ciudad.

El sol se aleja por el Aljarafe dejando una estela de figuras fantasmagóricas de diversos colores a cual más fantástico.

El ruido es escaso.

Cae la tarde de otoño.

Un conejo cruza a varios metros e inicia una escapada fugaz a una velocidad endiablada.

El campo rezuma vida, el manto verde crece por minutos.

La encina solitaria es testigo diario de las idas y venidas de cientos de mirlos, pinzones, garcillas, que recorren el horizonte.

Huele a campo, a leña de chimenea, a humedad, a recuerdos y a nostalgia.

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