domingo, 23 de octubre de 2011

Y por fin, la lluvia

Las tortugas se subían inquietas una encima de la otra como anhelando algo, oliendo el ambiente.

El sol se mostraba agresivo por momentos, en otros, las nubes lo cubrían, pero también se mostraba predispuesto.

El viento comenzó a mover las palmeras, los arbustos y los árboles del jardín.

Y por fin...

El maravilloso olor a tierra mojada incomparable a nada en el mundo.

Y la lluvia, a ráfagas, escasa, susurrante, agresiva, enérgica.

Sí, pero...

Lluvia.

Vida.

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