jueves, 18 de febrero de 2010

Reflexiones de un ...

" Yo, señor, no soy malo, aunque no me faltarían motivos para serlo ".
Así empezaba el libro que cogí de la biblioteca de la prisión esta mañana.
" La familia de Pascual Duarte ", de Cela.
Tentado estuve de estamparlo con la pared de mi celda con la primera frase, pero no, seguí leyendo un poco, más por curiosidad que por otra cosa.
Sí, yo también podría escribir mi propia historia, incluso tengo pensado el título que le pondría: " Memorias de un hijo de puta ". Suena bien, a que sí.
Pues así soy yo, un cabrón redomado con todas las letras, tildes y adjetivos que quieras ponerle, porque aunque no te conozco te voy a tutear porque me da la gana. No es chulería, es que eso de usted lo dejo para otros. Yo hablo de tú a quien quiero.
No voy a aburrirte con la historia de mi vida, te diré que no tengo treinta años aún, pero ya he pasado por la trona varias veces. Al principio por asuntillos menores, robos con intimidación, trapicheo, ya sabes, pero esta última ha sido más gorda, y no me arrepiento.
El que pega a una mujer es porque su condición de violento puede a todo lo demás. Que no diga que en la cárcel va a cambiar su mentalidad. Ni psicólogos ni pollas en vinagre, el que nace hijo de puta será así siempre, entre otras cosas porque aquí dentro, en esta asquerosa cabeza que tengo, y no me refiero a la imagen exterior, sí, mi cerebro pocas veces ha generado cosas positivas; cuando me han rondado las he desechado pronto. Vamos, que las he mandado a la mierda.
Yo he sido violento siempre, no ha habido ningún hecho concreto que haya marcado un cambio de conducta. Que le pregunten a mi madre, pobrecita ( quizás la única persona por la que he tenido un sentimiento de culpa en algún instante ), a los pocos amigos que tuve y fui largando por el camino, o a las putas que maltraté tantas noches de borrachera, cocaína y todo lo que me metía por el cuerpo.
Y ahora que vayan al hospital a preguntarle a Marga como es su Pedro. Mi Marga, porque esa siempre será mía, quiera ella o no. Sé que ha puesto denuncias por malos tratos, por algo estoy aquí pendiente de condena, pero que no piense ella que Pedro ha desaparecido de su vida, esa o es mía o no es de nadie.
No he matado aún a nadie, quizás porque no se ha dado la situación, si llegara el momento, a lo mejor ni lo pensaba.
Bueno, creo que es hora de ir apagando la luz que mañana ya habrá tiempo de abroncarse con alguien para quitarme esta sensación de tensión que me puebla y me domina.
Como siempre digo, la realidad a menudo supera la ficción.
Las dos muertes de mujeres en el día de hoy a manos de sus parejas han generado este cuento.
Esperemos que sean las últimas, aunque me temo que no, que " el mal es un sentimiento que anida en demasiada gente " y que " la violencia es un vecino más en nuestra vida ".

1 comentario:

Reyes dijo...

Te hace falta una buena sesión de "canciones para no desfallecer". Estás de lo más negativo.

¡¡¡¡hoy hace sol!!!y además, juega su Majestad.