domingo, 21 de febrero de 2010

" La reina del caribe "

Maldito seas:

Yo, que disfrutaba de los demás, haciéndoles sufrir, desgastarse, maldecir.

La reina de todas las reinas, la más orgullosa del lugar, la que se vanagloriaba de poder derribar a todos los hombres con mis luces, mis cantos de sirena, mi música.

Pero tuviste que llegar tú aquella mañana.

Recuerdo cómo me observaste durante un buen rato disimuladamente. Luego te marchaste.

Al día siguiente llegaste cuando otro intentaba seducirme, pero yo pude más que él, hice lo que quise hasta que se fue totalmente frustrado.

Cuando me relamía de gusto con la nueva victoria llegó otro y seguí disfrutando, le dejé ir cual iluso pescador seguro de su victoria, hasta que tiré de su hilo y huí con el botín en mis manos, en mi interior.

Quién me creó me hizo el más victorioso de los seres, pero no contaba contigo.

Tu mirada me desorienta, tus manos me hacen temblar, tu paciencia me corroe, en fin, soy una muñeca rota en las ideas de tu mente.

Cada mañana pienso que no vendrás, pero siempre me equivoco .

Te odio chino Juan, te odio como a nada ni a nadie en el mundo.

De mis entrañas sale diariamente tu botín en la cantidad que tú decides.

Ni siquiera vale que mi dueño me apague, cuando me ilumine de nuevo, estarás ahí para dominar mi mente.

Soy un alma rota y no puedo hacer nada por evitarlo.

Te odio, chino Juan.

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