lunes, 11 de enero de 2010

Rebajas de Enero

Hacía calor en las calles de Montevideo ese día. Apenas el sol había hecho su aparición y ya los termómetros urbanos marcaban los 30º.

En los grandes centros comerciales de la Avenida Bolivia, los aparatos de aire acondicionado trabajan a tope para captar un ambiente de frescor y de relax con los que atraer a los ávidos compradores.

A media mañana una mujer morena con unas grandes gafas de sol entra en una de las tiendas del número cincuenta y cuatro. Es una de las primeras clientas de ese día, pues el dependiente despistado ni se da cuenta de su presencia hasta que nota una voz sugerente tras suya.

La saluda con un buenos días la mira discretamente, ella lleva un vestido muy corto de tirantes con flores de vivos colores, zapatos a juego. Queda embobado por un momento en sus piernas, perfectamente contorneadas, morenas y larguísimas.

- Dígame, le puedo ayudar en algo.

* Sí, bueno, contesta ella con una voz casi susurrante, pero sobre todo, femenina, muy femenina.
He estado viendo el género tan variado que tienen y me ha surgido una duda. ¿ Todos los productos que ofrecen tienen la oferta del dos por uno ?.

- Claro señora, los que usted ve y otros que no exponemos por pudor o discrección.

* Pues esos son los que me interesan. Me gustaría comentar con usted lo que busco, pero en un lugar más privado.

- Pues pasemos a mi oficina. No se preocupe, cierro la puerta y podemos hablar con más detalle.

* A la hora y media, Margarita Estroesner salió con una cara de satisfacción que denotaba lo productivo de la " reunión ".

El día siguiente, mientras tomaba café en uno de los lugares más concurridos y famosos de Montevideo, Margarita recibió la llamada de Alfredo, el dependiente de la " Tienda del espía ".

. Don Omar y su amante han sufrido un " desgraciado " accidente, cayendo el coche que conducía su marido por un terraplén. Siento decirle que han " muerto los dos ".

* La mujer sonrió, hizo un brindis al aire y contestó: " Qué pena ". Mañana me pasaré para liquidar la segunda parte de lo convenido.

. Perfecto.

* Y recuerde, la oferta del dos por uno me la tiene que respetar, o le denunciaré por publicidad engañosa.

La sonrisa maliciosa de Margarita la pudo notar Alfredo al otro lado del hilo telefónico.

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