jueves, 4 de septiembre de 2008

AYER

La doctora pronunció las palabras mágicas y ...

La tarde me esperaba cálida y acogedora. Todo para mi era nuevo, no había pasado un mes, pareciera que hubiera transcurrido un año.

Mi coche, con su olor particular, las calles, la gente andando, los árboles moviéndose, la luz del sol, cada cosa en su sitio y yo fuera de ellas.

Cuando entré por la puerta de mi casa,las sensaciones se desbordaron en mi cabeza. Cada flor, cada habitación, cada color era nuevo y al mismo tiempo cercano a mi.

Llevo un día aquí y aún no me hago a la idea totalmente, pero mi familia me devuelve poco a poco a la normalidad.

Soy libre.

3 comentarios:

UN AMIGO dijo...

Querido Amigo:

Y digo amigo abusando de este término, que seguro otros merecen más que yo. Enterarme de tu alta médica me llena de satisfacción y confirma poco a poco la teoría de que ya tienes el trabajo prácticamente hecho, y tu recuperación conseguida.
No me extraña en absoluto la inmensa satisfacción que dices sentir al volver a casa, al entrar en tu dormitorio, al despertar en tu cama, o al hacer cosas tan cotidianas como comer sentado en tu mesa o ver la televisión en tu sofá. Parece que los sentidos se agudizar para captar todas las sensaciones que cotidianamente ignoramos. Salvando por supuesto las distancias ¿Quien no ha vuelto de un viaje de pocos días y a sentido al entrar en su ciudad o en su barrio una calma que llega hasta el alma y una especie de seguridad que calma el espíritu?, Me alegro amigo mío, de verdad que me alegro.
Para terminar y hasta la próxima, sólo pedirte, hombre nuevo, que sigas escribiendo. Con este tropezón, esta caprichosa vida te ha concedido un don, una percepción de las realidad que los demás no tenemos y envidiamos. Alegra nuestros días con lo que te cuentan tu sentidos, tu alma, tu corazón despiertos por este incidente pasajero, y continua dando luz a nuestra monotonía con tu visión de las cosas.

Un fuerte abrazo

Reyes dijo...

Mucha suerte.
Hay mucha gente que te quiere.

Reyes dijo...

En mi salón tienes una cosilla...