Este año ha empezado fuerte en mi mundo de sensaciones.
Si a principios de año viví un torrente de ellas cuando hice la presentación del libro en Sevilla, ahora, dentro de una semana, viene otra.
El viernes de Dolores tengo cita con mi pueblo, bueno más bien, con la Iglesia de la Divina Pastora de Facinas.
He sido nombrado pregonero de la Semana Santa de este año y allí seguramente viviremos otra tarde de pasión, de emociones.
Aún no he escrito nada, pero en mi cabeza dan vueltas bastantes ideas que se plasmarán en un papel cuando ellas quieran.
Mañana por la tarde sacaré los últimos retoques a la talla que está aún por pulir. El encuentro con un imaginero en su taller y una llamada de teléfono del duende conileño serán los últimos retoques de la idea.
Estáis todos invitados.
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