martes, 15 de julio de 2014

A veces te paseo


¿Hace buen día, a que sí?

Ya me imagino lo que me vas a contestar: Que para ti, los días son iguales, que no tienes ganas de salir, que para qué te has molestado, que estabas bien en casa.
Pero cuando te miro a los ojos fijamente sé que adoras como yo ver como los árboles se mueven con el viento del atardecer, descubrir los pájaros anidando en sus copas, gente pescando en el río, o las nubes moviéndose a gran velocidad trasportadas por el aire libre, como yo me siento cuando te llevo a mi lado en el coche.
Muchos pensarán que no estoy muy cuerdo, que no tiene sentido pasearte de un lado para otro, pero a mí me da igual, soy feliz contigo a mi lado.
Han sido muchos años alejada de ti, encerrado entre cuatro paredes estrechas sin apenas ver la luz del día, sin saber cuando es de día o de noche.

Por eso quiero que las lágrimas que has derramado en mi ausencia sean alegría por estar junto a ti.

Poco me importa que me digan que tus pelos parecen de loca, que estés demasiado delgada, que apenas se vean tus ojos y que tu vestimenta sea de otra época.

Te quiero mamá.

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