sábado, 21 de junio de 2008
756909023
Llamo al número que tengo grabado en el teléfono.
No contesta nadie.
Al igual que ayer.
Y que anteayer.
Y que hace un año.
Me da igual.
Todas las noches llamo a la misma hora, las diez de la noche.
No tiene contestador.
Todo empezó aquél día en que me encontraba solo y me inventé un número.
Casualmente marqué y daba tono.
Desde entonces no he faltado ni un solo día.
Programo mi vida para que a la hora determinada pueda llamar.
Por eso no salgo por las noches.
Ya no quedo con nadie.
No sé si será obsesión o ilusión por si alguien contestase.
Aunque si llegara ese día, creo que colgaría inmediatamente.
No sé a quién llamo.
Si es hombre o mujer.
Si está casado, soltera o tiene niños.
Sólo sé que hay un número al que tengo que llamar a las diez de la noche.
Podrías ser tú…
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3 comentarios:
Es curioso, parece que el poema fuera personal, sin embargo lo sientes como tuyo: ¡Muy lindo!
saludos
Maravilloso, y eso que llevo tiempo sin visitarte... Nos leemos.
Un saludo
Gracias por las alabanzas, que me animan a ponerme frente al ordenador por las noches.
Un saludo.
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